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¿Como atender a los jubilados? El caso colombiano

Todos en cuarentena menos el principal grupo de riesgo Fuente: LA NACION – Crédito: Marcelo Manera

Paso lo que iba a pasar, sin liderazgo solo restaba esperar el caos decía el artículo que se publicó en este blog el pasado 25 de marzo. Esos días, se vivía un veranito de corrección política de gran parte del arco dirigencial y de la opinión pública, y se le ponía al asunto cuotas de romanticismo con el “Quedarse en casa” o “Frenar el virus entre todos”. Nadie se atrevió a ver más allá y a pensar y repensar qué se hizo y que vendría, y mucho menos a decirlo. Y el caos llegó. Llegó de la mano de la falta de liderazgo, una mala decisión que nos pegó a todos de frente con la contundencia de las imágenes que se vieron en la jornada de ayer. Jubilados, el grupo etario que más tenían que ser protegidos, fueron empujados a la calle por la necesidad de hacerse con dinero de sus jubilaciones, librados a la buena de Dios. Todos acuarentenados menos el grupo de riesgo, ningún país lo ha probado decía un tweet que leí por ahí haciendo una comedia trágica de lo que estaba sucediendo.

Ya se empezaron a tirar la pelota unos a otros, ahora los formadores de opinión parecen haber descubierto que hay problemas y malas decisiones. ¿De quién es la culpa? Es fácil identificarlos, son los sospechosos de siempre, todos juntos y a la vez. Hasta un funcionario osó decir, pidiendo un manual, que “La emergencia vino sin CD”, pretendiendo piedad del interlocutor, pero manifestando la incapacidad de estar a la altura de las circunstancias. 

Se tiraron la pelota, pero sin debatir soluciones y visibilizar liderazgos. En momentos de emergencia e incertidumbre hace falta conocimiento, y también imaginación y creatividad. Pero usamos la creatividad de la peor manera, exponiendo a los más vulnerables. E incluso las soluciones fueron más de lo mismo: cronograma de pagos por número de DNI, ¿acaso no existía ya eso? 

Liderazgo significa dar soluciones

Eso fue lo que hizo en Colombia mi amigo y colega Juan Miguel Villa Lora, con quien compartí mi tiempo en la Universidad de Manchester. Juan Miguel es el presidente de Colpensiones, que sería algo así como la ANSES colombiana. Si bien el sistema tiene diferencias con el argentino, es bueno ver que se hizo.

La experiencia que ellos llevaron adelante es muy interesante. Colpensiones atiende a más del 80% de los pensionados en Colombia y de esas prestaciones previsionales que atiende, a la llegada de la pandemia el 10% de sus beneficiarios accedían a su pensión acercándose todos los meses a las ventanillas. Para tener un poco de contexto, en Colombia, los bancos suelen abrir de 8:00 a 16:00 hs, y desde el 24 de marzo, cuando allí se estableció la cuarentena general, lo hacen con horario reducido hasta las 13:00.

Sabiendo que había mucha gente que cobraba por ventanilla, se adelantaron al caos que significaría tener a todos agolpados en los bancos, y le encontraron una solución. Partieron de la segmentación etaria dando soluciones diferenciadas según la edad.

Es así que, por un lado, para los beneficiarios de 70 a 79 años que no contaban con medios de cobro electrónico, se habilitó una línea gratuita específica, mediante la cual actualizaron sus datos. Luego les acercaron al domicilio particular a cada uno de ellos su tarjeta de débito con toda la explicación necesaria para operar cómodamente. Buscaron sacar a la gente de la ventanilla y reducir las posibilidades de exposición y de rompimiento de la cuarentena; protegerlos fue la premisa.

Por otro lado, tomaron a todos los beneficiarios mayores de 80 años o incapacitados y se dirigieron a su domicilio particular a entregarles su pensión. Con todos los recaudos sanitarios, de seguridad y autenticidad. En el video se puede ver el emotivo momento en el que una señora de más de 80 años recibe a los funcionarios públicos.

https://www.facebook.com/ColpensionesOficial/videos/2835481589880896/

Fueron reduciendo el problema, grupo por grupo y pensando medidas específicas para cada uno. Sabiendo que siempre habrá quienes terminan yendo al banco, buscaron reducir ese número sustancialmente, exponerlos lo menos posible. Luego, para aquellos que finalmente asistieron a las sucursales bancarias, tenían previstas sillas, asistencia sanitaria y médica. La verdadera presencia del Estado en lo que tiene que estar.  Profesionalismo en vez de discurso.

Mientras tanto, en Argentina sólo vemos que las diferentes reparticiones del gobierno no terminan de reglamentar las medidas anunciadas, los políticos de siempre se sacan fotos, que los medios cooptados por pauta distribuyen con el fin de intentar demostrar que se están atendiendo los problemas.

El Presidente del BCRA dijo que el Presidente de la Nación lo llamó enojado (la amenaza y el dedito acusador se hicieron moneda corriente en estos días). ¿Enojado? Enojado debería estar un pobre tipo que trabajó desde los 14 años y ahora con 83 pirulos tiene que ir a las 2 de la mañana a hacer la cola para cobrar una miseria de jubilación…